Hoy durante el recreo estuvo
lloviendo, por lo que los alumnos no pudieron salir al patio y se quedaron
dentro del aula comiendo y jugando. Proveché esta ocasión para hacerles unos
trucos de magia matemáticos que me han enseñado en un curso sobre esta materia.
Me produjo mucha satisfacción ver la fascinación de los niños al realizar éstos. No paraban de pedirme más y de preguntarme cómo los había hecho.
Obviamente no les expliqué cómo los hacía, pues una buena maga nunca desvela
sus secretos.
Es muy emocionante hacer creer a
los niños en la magia, y más cuando ya no son tan tan niños. Me encanta ver su fantasía.
Me asombra en ocasiones su forma de ver el mundo, me parece más inteligente que
la de muchos adultos.
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